Espiritualidad de la Misericordia
La comunidad está encomendada a la parroquia
A cada parroquia se le ha confiado las necesidades espirituales de las personas de su comunidad. Estas necesidades requieren que la parroquia esté presente en la comunidad para evangelizar, sanar, catequizar y formar discípulos de Jesucristo, centrados en la Eucaristía. Una forma en que una parroquia hace estas cosas es a través del personal y los voluntarios que participan en varios ministerios que sirven a la parroquia oa la comunidad.
El servicio como encuentro con Dios
Al trabajar y orar juntos mientras servimos a los que sufren en nuestra comunidad, estamos respondiendo al llamado de ser instrumentos de la misericordia de Dios para servir a nuestro prójimo con amor. En esa llamada, en nuestra respuesta, en entrar en ese sufrimiento, y en nuestro prójimo, encontramos a Jesús. Cuanto más nos encontramos con Dios en la Misericordia, aprendemos a confiar en Su Misericordia ya profundizar nuestra fe en Jesucristo.
El servicio como evangelización
Al invitar a las personas a servir a sus vecinos en sus comunidades, la parroquia se involucra en la evangelización. La parroquia se vuelve como la primera evangelizadora, la Mujer Samaritana (Evangelio de Juan, Capítulo 4), cuando invita a otros a encontrarse con Jesús.
Service Trae curación
El servicio dentro de la comunidad cura. Cuando llevamos La Misericordia de Dios al sufrimiento de otra persona, traeremos sanidad. Esta sanación surge no solo al abordar las necesidades físicas, sino también al brindar amor, dignidad, respeto, cuidado y comprensión a nuestro prójimo.
Servicio como catequesis
El servicio es una oportunidad para la catequesis. Comienza con el reconocimiento de la dignidad de cada ser humano y la gratitud por la creación de Dios. Podemos aprender acerca de la profundidad insondable de la Divina Misericordia cuando nos permitimos entrar en el sufrimiento de otros y llevarlo con ellos. Al ser misericordiosos en respuesta al sufrimiento, podemos aprender acerca de cómo Dios desea que "participemos en su propia vida bendita" (la primera oración delCatecismo de la Iglesia Católica).
Servicio como discípulo Formation
A través del servicio, nos encontramos con Jesús y nos convertimos en mejores discípulos. Podemos aprender a través de la experiencia lo que Jesús quiso decir para dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, dar cobijo a los desamparados, cuidar de los que sufren y reconocer la dignidad de cada ser humano.
Servicio Centrado en la Eucaristía
El servicio no es el fin en sí mismo. Como dice San Pablo, sin amor, soy solo un gong que suena. Lo hacemos todo por Jesús, y por eso debemos estar centrados en Jesús. Por lo tanto, debemos centrarnos en la Eucaristía, y el resto de la oración y la vida litúrgica de la iglesia y sus sacramentos. El servicio debe llevar a la parroquia a adorar todos los domingos en la Misa, y recibir la Eucaristía en la Misa debe fortalecernos en ese Servicio.